El Parque Eólico Arauco SAPEM es la empresa estatal riojana con mayor inversión pública en los últimos 5 años y con planes de inversión para el próximo lustro de una envergadura nunca antes realizada en nuestra Provincia. Sin embargo, por el momento es un proyecto que no cumple con las expectativas generadas en materia de rendimiento energético y económico.
En este informe especial de Economía Riojana te contamos detalles de la mayor apuesta del Estado provincial de las últimas décadas, tomando como referencia los datos de la Secretaría de Energía de la Nación y el endeudamiento que este proyecto implica.
Vista aérea del Parque Eólico Arauco SAPEM
La empresa Parque Eólico Arauco SAPEM está conformada en un 75% por el Gobierno provincial y el 25% restante por Energía Argentina SA (ENARSA), que pertenece al Estado nacional. En ese marco, se firmaron contratos de préstamos -tanto nacionales como internacionales- por un monto cercano a los 560 millones de dólares, o el equivalente a 10.000 millones de pesos actuales.
Desde su puesta en marcha operativa en junio de 2012 hasta junio de 2016, el Parque Eólico Arauco tuvo una generación acumulada de energía de 324.731 mwh, con un valor de 126,46 dólares el mwh estipulado en el primer contrato de abastecimiento. Esto representó una facturación final de 41 millones de dólares, o el equivalente a 720 millones de pesos actuales.
Aunque pueden parecer números alentadores, la realidad es que distan mucho de lo que había pronosticado generar el proyecto en este lapso, donde con la capacidad instalada de 50,4 MW de potencia en estos 4 años, se estipulaba generar 550.000 mwh o sea facturar por 28 millones de dólares más a lo realmente realizado.
| Parque eólico | Potencia |
|---|---|
| Rawson, Chubut | 77,4 MW |
| Loma Blanca, Chubut | 50 MW |
| Arauco, La Rioja | 50,4 MW |
| Diadema, Santa Cruz | 6,3 MW |
| El Tordillo, Santa Cruz | 3 MW |
| Necochea, Bs As | 0,3 MW |
Esta deficiencia energética de un 70% entre lo que se esperaba concretar y lo que finalmente se produjo, también surge al comparar el proyecto instalado en el Norte provincial con los otros dos parques eólicos desarrollados en la provincia de Chubut por empresas privadas.
El parque eólico Loma Blanca, que posee la misma potencia instalada de 50 MW, tuvo una generación acumulada en los últimos 3 años (julio 2013 a junio 2016) de 518.816 mwh, lo que le permitió tener ingresos genuinos por 1.150 millones de pesos actuales, o sea 430 millones de pesos más que el Parque Eólico Arauco.
Sucede lo mismo con el Parque Eólico Rawson, también situado en la provincia de Chubut, un parque con una potencia instalada de 77,4 MW (siendo el más grande en funcionamiento hasta el momento en Argentina), posee una generación anual por MW de 3.700 mwh, mientras que por cada MW de potencia instalado en el Parque Eólico Arauco la generación es de 1.800 mwh anuales.
Con una inversión en esta primera etapa del Gobierno Provincial de 130 millones de dólares (2.300 millones de pesos actuales), manteniendo estos bajos niveles de generación energética durante los próximos 11 años que restan de contrato, la empresa estatal tendría pérdidas millonarias.
El segundo contrato de abastecimiento firmado por la empresa SAPEM para la venta de energía de otros 52 MW de potencia, estipula un precio de 105 dólares el mwh, (el anterior era de 126 dólares).
Estos molinos todavía se encuentran en construcción y se espera que entren en servicio a fines del año 2018, donde los aerogeneradores siguen siendo del mismo proveedor (IMPSA) aunque se modificó el modelo a instalar.
La inversión que realizará el Gobierno en esta segunda etapa alcanza los 100 millones de dólares, para lo cual se consiguió un préstamo del FON.DE.AR por 797 millones de pesos a 7 años con una tasa actual del 25% en pesos, más un aporte de capital de 200 millones de pesos.
Se espera que en esta segunda unidad de negocio se mejoren rotundamente los márgenes de generación eléctrica a niveles que se vuelva económicamente viable el emprendimiento, lo que podremos evidenciar recién en un par de años.
El punto favorable es que el fondeo financiero, o sea el préstamo para este desarrollo, está denominado en pesos y con una tasa de interés con techo, que aunque pueda ser elevada (tasa de las LEBACs a 90 días con un techo de 25%) se puede obtener una mejora en la rentabilidad con la variación del tipo de cambio, ya que los ingresos de la SAPEM son en dólares.
Habrá que esperar para ver la generación de energía real que tenga este segundo módulo de aerogeneradores, donde recién se podrá concluir si fue acertada la decisión empresarial o será otra incursión económicamente negativa.
Este nuevo contrato de abastecimiento firmado hace pocos meses, estipula dos nuevos parques de 99.75 MW y 95 MW de potencia, con un precio pactado de 67.19 dólares y 57.9 dólares respectivamente.
El primero de ellos, que todavía no inició la obra, se espera que este operativo a fines del año 2019 y para lo cual cambiaron del proveedor de los aerogeneradores por una firma española recientemente fusionada con SIEMENS (GAMESA).
Como se puede observar, el precio de venta de energía bajó a la mitad desde el primer contrato firmado, pasando de 126 dólares el mwh a 67 dólares, lo que impacta de lleno en los ingresos operativos de la empresa.
Lo que también se vio reducido drásticamente es la inversión a realizarse, para la construcción de este parque de 99.75 MW se demandó un desembolso de 87 millones de dólares, bastante menos que los 230 millones dólares que salieron los primeros 102,4 MW.
Para la construcción de estos dos parques, el Gobierno Provincial emitió el famoso bono verde por 200 millones de dólares, que implicará que en los primeros 4 años tendrá que devolver 19,5 millones de dólares por año solamente en intereses (340 millones de pesos) y los últimos cuatro años 63 millones de dólares (1.100 millones de pesos).
Al bajar los precios de venta del mwh se necesita duplicar la potencia instalada para obtener la misma ganancia, o sea, si antes se instalaban 50 molinos, ahora se necesitan 100 molinos para obtener el mismo margen de beneficio.
El Gobierno provincial anunció en las últimas semanas dos respaldos al proyecto del Parque Eólico.
En primer lugar, Standard & Poor, la reconocida calificadora de riesgo internacional, calificó con la mayor puntuación de su escala (E1) al “bono verde” que emitió la provincia de La Rioja en febrero de este año para financiar la ampliación del Parque Eólico Arauco SAPEM.
“Estamos muy orgullosos de recibir este reconocimiento, que pone en valor el esfuerzo que estamos realizando en la Provincia para atraer capitales que participen en el desarrollo de energías limpias. Hemos captado la atención de inversores de todo el mundo sin comprometer las arcas del Estado riojano, porque los fondos de esta emisión se reintegrarán a través de la rentabilidad proyectada del Parque”, señaló Ricardo Guerra, Ministro de Hacienda de La Rioja.
Por otra parte, el propio presidente de la Nación, Mauricio Macri, celebró el proyecto riojano. “El Norte del país será potencia mundial en generación de energía. El Parque Eólico Arauco está en pleno desarrollo y que va a llevar una actividad real a su territorio, donde los riojanos reclaman su lugar y su protagonismo en el plano energético”.
El debate de fondo en este tema sería cual es el rol que debe cumplir el Estado Provincial en el desarrollo productivo regional y como este tipo de inversiones netamente financieras (intensivas en capital y muy bajas en generación de empleo), pueden beneficiar a la sociedad riojana.
La contradicción radica en que al comprometer financieramente al Estado, utilizando la capacidad de endeudamiento provincial, limitan las inversiones en otras áreas económicas productivas generadoras de empleo. En donde al cabo de 20 años de reinversión y pago de intereses se pueda vislumbrar un beneficio solamente financiero.
Siempre y cuando se revierta empresarialmente lo generado hasta ahora, sino se correría el riesgo de entrar en una esquema de Ponzi (continuos préstamos de mayor monto para solventar el emprendimiento), evidenciando un desenlace caótico.
La Provincia posee contratos de venta de energía por más de 1.000 millones de dólares ($17.500 millones de pesos actuales), con precios de venta económicamente atractivos. Sin embargo, el problema que se vislumbra es que no se está generando la energía suficiente y se corre el riesgo concreto de no generar la ganancia suficiente para financiar la deuda tomada.