11/04/2016
Economía internacional
COLUMNISTA INVITADO   Economía internacional

11/04/2016

Las nuevas claves del desarrollo

El Ministro de Industria y Planificación de la Provincia analiza el momento económico y las claves del futuro.


La mutación de los escenarios políticos y económicos en el orden internacional, nacional y local inauguran un verdadero cambio de época y una nueva etapa en la ardua senda del desarrollo caracterizada por la economía globalizada, la integración regional y la sociedad del conocimiento.

En primera instancia, la economía globalizada se manifiesta claramente en la internacionalización de la producción, en la inversión transnacional y en la convergencia industrial que constituyen las tendencias de fondo de la fase tecno-cognitiva del capitalismo avanzado.

La mundialización de los procesos productivos supone un mercado universal de estructura lábil y cambiante donde la distribución de la producción y el empleo se rige por los términos de intercambio comercial, los ratios de productividad y las cadenas globales de valor.

La inversión transnacional asume el desplazamiento vertiginoso de los grandes flujos de capital de un extremo a otro del orbe exigiendo la creación de entornos favorables y previsibles para la inversión, donde la radicación de emprendimientos productivos y la inversión extranjera directa –especialmente en infraestructura– está ligada al entramado institucional, a las reglas de juego y a los mecanismos de asignación de recursos.   

La convergencia industrial presume la integración global del proceso productivo dominado por el corrimiento del comercio inter-industrial, basado en las ventajas comparativas y cuantitativas del recurso natural, al comercio intra-industrial, construido a partir de las ventajas competitivas y cualitativas del recurso tecnológico.

En segundo lugar, la integración regional se refleja prístinamente en la creación de espacios macro y micro regionales, en la institución de acuerdos de libre comercio intra-bloques y en la conformación de conglomerados productivos que conforman la estrategia dominante de las políticas de desarrollo en todo el mundo.

La regionalización es la respuesta política y económica a la pérdida de centralidad del Estado, jaqueado por las fuerzas de la globalización y horadado por las necesidades de la localización, que reconoce ahora un carácter abierto y relacional para dar cuenta de la difuminación de las fronteras estatales, la interdependencia global asimétrica y la coordinación de las políticas multi-nivel.

Los acuerdos de libre comercio mega-regionales son la apuesta estratégica de los países para fortalecer, promover y expandir sus economías en el competitivo mundo globalizado, sin pérdida de su identidad cultural ni desapego a su entorno territorial, que exigen condiciones crecientes de cooperación y competencia, de negociación y consenso, y de resolución y paciencia.

Los conglomerados productivos son aglomeraciones y encadenamientos de valor que permiten la generación de rendimientos crecientes por economías de escala, difusión tecnológica y creación de externalidades, compatibilizando las oportunidades de desarrollo global con los procesos de desarrollo local.  

Finalmente, el conocimiento es el rasgo central de la sociedad post-industrial, moldeada por la comunicación de redes, la revolución tecnológica y la interdisciplinariedad del conocimiento científico, que demanda en la era digital complejas articulaciones entre el territorio, la producción y la innovación técnica.

La comunicación de redes es la resultante de la convergencia estructural y funcional de la comunicación personal, la comunicación de masas y la comunicación digital que posibilita la interacción dinámica en tiempo real de personas, objetos y tecnologías distantes espacialmente.

La revolución ciber-digital, producto de la fusión de la electrónica, la computación y las ciencias de la información, es la consecuencia de un proceso de acumulación económica, científica y tecnológica cuyas derivas son aun inciertas, impredecibles y, tal vez, inimaginables.

La integración de diferentes campos del saber científico, desde la matemática a la biología, pasando por la física, la química, la neurología, la psicología o la sociología, es la piedra de toque para comprender las realidades complejas y cambiantes del mundo contemporáneo.

Una verdadera política de desarrollo, coherente, sustentable y sostenible en el tiempo, debe necesariamente conjugar aquellos determinantes estructurales del desarrollo con los componentes coyunturales de la agenda política que, en la búsqueda de resultados y sinergias institucionales, requiere inteligencia organizacional, trabajo en equipo y aprendizaje colectivo.

El Plan Estratégico de Desarrollo Económico y Productivo de La Rioja se inscribe en estas grandes líneas proponiendo a la Nación una agenda institucional y una hoja de ruta que contemple un nuevo régimen de políticas activas a través de estímulos fiscales tendiente a compensar las disparidades y asimetrías regionales, una profundización de la integración física y económica mediante la construcción de un corredor vial y productivo encaminado a integrar definitivamente la provincia a las grandes corrientes de producción y consumo, y una matriz de desarrollo orientada a fortalecer el tejido productivo regional e insertar las producciones locales en conglomerados de mayor valor agregado y contenido tecnológico.   

En este tiempo de cambios copernicanos y paradigmáticos, de continuidades y rupturas, de crisis y oportunidades, se inscribe el mayor reto político que enfrenta la Provincia de cara al siglo XXI, cuyos términos de resolución signarán, para bien o para mal, su futuro político, su condición económica y su horizonte social.

Rubén E. Galleguillo
Ministro de Industria y Planeamiento Estratégico Provincia de La Rioja

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