En "Economía Riojana" seguimos midiendo el "Índice lomito". Mes a mes tomamos como referencia el salario mínimo que cobra un empleado público de planta permanente y lo comparamos con los precios de un lomito, un sándwich de milanesa, una docena de empanadas árabes y una pizza. El objetivo es saber cómo evoluciona el poder adquisitivo de los riojanos. Tomamos en cuenta el último aumento otorgado por la Provincia. Los resultados en esta nota: